EL SALMILLER DE CARMENCITA

UNA HISTORIA DE TRADICIÓN

Carmencita es una marca de las de toda la vida, de hecho, el año que viene celebra su centenario, que se dice pronto, pero, y precisamente por eso, buscan adaptar su imagen para los próximos 100 años. Se trata de la marca de especias y condimentos líder en España, pero con un consumidor fiel que poco a poco va envejeciendo. La marca es consciente de ello y por eso está renovando su cartera de productos con nuevas mezclas más adecuadas a la nueva cocina y a la nueva manera de cocinar. Debíamos encontrar una línea de comunicación que pusiera a la marca también en otro tipo de cocinas, más allá de las tradicionales, pero sin perder su espíritu experto y de liderazgo. 

LA SAL DE LA VIDA

Como había que empezar por algún lugar a contar cosas, decidimos que fuese, por la sal. ¿Por qué la sal? Pues por dos sencillas razones: la primera, que es el condimento de los condimentos, el más sencillo pero el que durante siglos ha dado sabor a todo tipo de platos y, en segundo lugar, para aprovechar el creciente potencial de su formato premium de molinillos de sal combinados con todo tipo de especias y hierbas.

Estos nuevos saleros mezclan la sal con trufa o azafrán, por ejemplo, y que no son cualquier cosa. De ahí la importancia del carácter premium de la comunicación. 

SIMÓN EL SALMILLER

Así que desde ahí nos pusimos a pensar, (bueno, y sobre todo desde que nos hicimos unos huevos fritos y los aderezamos con las mezclas, que conociendo bien el producto, se piensa mejor).

Llegamos a la conclusión de que si hay algo que se trata desde la excelencia, es el vino. El vino se estudia, se hacen catas con él, los restaurantes tienen sus propios expertos, vinotecas… ¿Y si trasladásemos todo este mundo a la sal?

Así nació Simón el Salmiller, el mayor experto en sal. Un hombre de mediana edad, culto, estudioso, con un gran bagaje gastronómico y, sobre todo, un viajero lleno de experiencias. Todo ello nos permitía hablar de los atributos de la marca personificándolos en él. Por ejemplo, a través de sus viajes, podíamos hablar de los lugares de origen de las especias donde Carmencita las cultiva. 

Salmiller

DANDO VIDA AL PERSONAJE

Para ello, lo primero que hicimos fue crear una historia. ¿Por qué conoce tanto la sal? ¿Cómo fue su infancia? ¿Cómo se convierte alguien en Salmiller?

“Todo comenzó a los 5 años, cuando me recomendaron pasar tiempo en cuevas saladas para tratar el asma.”
“A los 27 me lancé a la aventura. Viajé hasta la India, viví el festival del Diwali y aprendí que darle sabor a un plato también habla de colores y sabores.”
“Ahora, tras tantas experiencias la sal se ha convertido en mi vida, pero también en un trabajo.”

Para contar todo esto, decidimos hacerlo a través de visuales que dejaran claro qué es un Salmiller “Soy a la sal lo que el sumiller al vino”, y también que hablaran del producto a través de sus experiencias. 

3, 2, 1, ¡A DISPARAR!

El objetivo de las gráficas era trasladar este posicionamiento premium, por lo que lo primero que hicimos fue definir el tipo de foto que buscábamos. Las queríamos con un escenario que destilase esa sabiduría y experiencia del personaje, con una atmósfera que aportase elegancia y también un poco de misterio. Y para lograrlo pudimos contar en la producción con el experimentado objetivo de Ángel Álvarez y el escenario mágico de la librería La Mistral. En Aracnofobia decidimos darle al estilo gráfico un aspecto de cuaderno de viaje antiguo, que encajaba muy bien con la línea argumental y en palabras de cliente, “daba alma” a toda la idea. El Salmiller de Carmencita consta de diferentes piezas gráficas y de rrss, punto de venta y fue presentado en el stand de la marca en la Feria Alicante Gastronómica. 

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