Abecedario comestible

COMUNICAR UN PREMIO DE PERIODISMO

EIT Food es un consorcio internacional apoyado por la Unión Europea, creado para impulsar la sostenibilidad y la innovación agroalimentaria a través del emprendimiento, la comunicación y la educación.

Entre sus iniciativas está la reciente creación de un premio de periodismo para aquellos contenidos que divulguen los valores de una agroalimentación saludable y sostenible. Y para comunicarlo, eligieron a una agencia llamada Aracnofobia.

LA INFORMACIÓN COMESTIBLE

Basamos la creatividad sobre este concepto estratégico. La información se consume, incluso se devora, y si se trata de contenidos referentes al sector de la alimentación, pues con más razón.

Al mismo tiempo refleja la innovación respecto a encontrar nuevos alimentos y nuevos hábitos alimentarios, saludables y sostenibles.

UN ABECEDARIO PARA COMÉRSELO

Literalmente, es lo que propusimos. Nada representa mejor a la información que lo que da forma a cualquier contenido: las letras. Las letras forman las palabras, se unen en frases, construyen párrafos y crean textos. Es el origen de la información, como la tierra al cultivo.

Diseñamos una tipografía hecha de alimentos, letra a letra, hasta formar el abecedario que sería el protagonista de toda la acción de comunicación. Desde las piezas de convocatoria al diseño de los premios.

El diseño de las letras podía ser tan diverso como los alimentos y materiales utilizados, el único requisito: que fuesen ecológicos y sostenibles. Para ello utilizamos envases biodegradables, cartonajes y plásticos orgánicos, a la vez que seleccionamos alimentos cuya producción no supusiera un coste ecológico elevado.

Y sí, nos comimos el abecedario. Estaba riquísimo.

LOS TROFEOS

Para el diseño de los trofeos nos basamos en las letras S e I, haciendo referencia a los dos pilares en los que se basa la iniciativa de EIT Food: la Sostenibilidad y la Innovación.

Nuevamente nos encontramos con la obligatoriedad de buscar materiales reciclados, ecológicos y sostenibles para imitar los alimentos que formaban las letras. La solución la encontramos en la fibra de coco prensada para la letra I y una esponja marina natural para simular la miga de pan de la S.

Por cierto, felicidades a los premiados.

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