Si las burbujas aparecen cada vez que se descorcha una botella, al final no van a ser capaces de hacer la coreografía como se espera. Representamos los inevitables excesos navideños en unas burbujas con evidentes dificultades para bailar y moverse armoniosamente.
Una de las características de Mano de Santo es su efervescencia, sus burbujas, que hacen que el efecto se note casi al instante. Por eso estas burbujas llegan al rescate de las primeras, evitando así un despropósito.
Al final todas las burbujas se unen y son rosas. Todas bailan perfectamente, convirtiéndose en la metáfora perfecta de cómo Mano de Santo puede ayudar con los excesos navideños.
Mientras todas las burbujas ejecutan la coreografía a la perfección, aparece en escena el personaje famoso que nos acaba felicitando la navidad. Es Mario Vaquerizo, embajador de la marca, que nos desea una feliz navidad sin resaca gracias a Mano de Santo.
Con la llegada de la Navidad, la campaña de RR.SS. debía de convertirse en la guinda
del pastel de un año en que estuvimos en boca de todos, en las grandes fiestas, y en las mejores mesas para evitar las insufribles resacas.
Nuestro objetivo era muy claro: vender. Y, para conseguirlo, desarrollamos una estrategia de conversión apoyándonos en diferentes canales para llegar a diferentes compradores.
Activamos 449 anuncios en Facebook, Instagram, Youtube, blogs y webs, donde conseguimos más de 93k clics en el enlace, más de 6M de impactos, y más de 10k de interacción gracias a que también publicamos el vídeo en las cuentas de Mario Vaquerizo.