ARACNOFOBIA

UN PROYECTO PROPIO

El primer trabajo de la agencia Aracnofobia debía ser, justamente, su identidad. Después de 20 años de carrera profesional en la publicidad, José Luis Alberola decidía dar el paso, dejando la relativa seguridad que le proporcionaba su cargo ejecutivo en una agencia digital, y enfrentarse a su mayor reto: su propio proyecto.

 

CONCEPTUALIZACIÓN

El nombre de la agencia era la prioridad. Debía reflejar ese paso emprendedor, el proyecto personal, y ser la base de la comunicación corporativa. Debía ser un concepto.

Se desecharon dos opciones iniciales.

Alberola&

El objetivo era remarcar el carácter personal de este proyecto, pero al que se le irían uniendo más personas (representado esto último por el símbolo “&”).

Desechamos esta primera opción principalmente por el escaso recorrido del concepto.

Deer Brand

El pasado familiar de José Luis Alberola es el de una larga tradición de auténticos emprendedores. Personas extraordinarias que eran capaces de viajar a lugares remotos, e incluso en guerra, para vender sus productos, especialmente el azafrán.

Por eso elegimos una de las marcas de azafrán que viajaban a esos lugares como posible nombre: Deer Brand. Incluso recuperando los diseños de la época.

Esta opción tenía mucho más recorrido, sin embargo la marca tenía un problema de verbalización, no era fácil de pronunciar ni de entender aquí.

Y llegó la tercera opción, la definitiva.

El hecho de atreverse a crear un proyecto propio implica muchas cosas. Además de ser una decisión meditada y contar con un plan de negocio, el hecho de lanzarse a una aventura empresarial así es, ante todo, una cuestión de superar miedos.

Por eso pensamos en algo que hablara de superar ese miedo al fracaso como nombre, como concepto, como marca. Al fin y al cabo, todos tenemos miedos parecidos, nosotros y nuestros posibles clientes.

Y así llegamos al miedo más profundo que tiene José Luis Alberola además de su aventura empresarial: el miedo a las arañas. La Aracnofobia.

El nombre tenía un recorrido muy interesante como concepto, porque además de ser muy poderoso y reconocible hablaba de algo muy comprensible, como es la lucha por vencer los miedos, algo que les pasa a las marcas continuamente. Todos tenemos miedos, lo importante es saber cómo vencerlos. Y lo mismo pasa con las ideas. Una idea no llegará a nada si no es capaz de vencer al miedo.

IDENTIDAD VISUAL

Teníamos una marca poderosa y un concepto sólido. Ahora llegaba el momento de plasmarlo y comunicarlo. Y lo hicimos todo a la vez. El lanzamiento de la marca publicitaria era el lanzamiento de la imagen corporativa definitiva.

No nos limitamos a crear un logotipo estático. No queríamos que nuestro sello de identidad fuese una representación de nuestro nombre, sino que fuese nuestro propio nombre. Tratamos de analizar qué era el miedo y su irracionalidad, cómo era enfrentarse a él y cómo este enfrentamiento afectaba a nuestro organismo.

Con todo ello creamos un logotipo que nace del enfrentamiento real al miedo. Un miedo que había dado origen a nuestro nombre, la aracnofobia.

José Luis Alberola se ofreció a enfrentarse a una terapia de choque con su peor miedo: las arañas. Monitorizamos sus constantes y aplicamos sobre la tipografía la dramática variación que sufrieron (respiración, aumento del ritmo cardíaco, dilatación ocular… ). El resultado es el símbolo de enfrentarse al miedo y vencerlo.

TIPOGRAFÍA

El miedo es innato y primigenio, ya que se remonta a los orígenes de la propia existencia. Esta particularidad nos ayudó a la hora de encontrar nuestra tipografía.

Nos remontamos a los orígenes de la publicidad y el diseño gráfico en occidente cuando aparecieron unas tipografías con una característica que las hacía distintas a las diseñadas hasta entonces, carecían de remates. Estás tipografías de palo seco originales se llamaron «grotescas», la Akzidenz Grotesk diseñada por H. Berthold en 1896 es su máximo exponente, y a partir de ahora, la voz de Aracnofobia.

COLOR

Aracnofobia debía tener una potencia cromática y expresiva acorde al concepto. Trabajamos varias propuestas, entre ellas el uso de colores que se saliesen del espectro visible (infrarrojos y ultravioletas), representando así la mirada más amplia del mundo que te proporciona la creatividad.

Finalmente nos decantamos por el uso de colores flúor. Tintas con un enorme poder visual y que aparecerían de forma aleatoria creando desde campos de color, hasta acentos cromáticos, dando como resultado una estética limpia y cuidada, irreverente y atrevida.

Tarjetas de visita de Aracnofobia.
El logo de Aracnofobia impresionado en 4 sobres con colores corporativos

ELEMENTOS ARÁCNIDOS

Pese a que en un principio no quisimos vincular la imagen gráfica con elementos arácnidos que pudiesen distorsionar nuestro mensaje, en ciertas piezas sí hemos recurrido a la presencia de arañas. No es una representación textual, sino una simbiosis entre humano y arácnido fruto de enfrentarse a la aracnofobia.

Imaginar esa simbiosis dio lugar a un objeto muy peculiar: un bolso de 8 asas con el que podemos sentirnos arácnidos capaces de usar 8 extremidades para sostenerla. Las 8 patas características de las arañas son además un elemento recurrente, ya que se convierten también en los 8 puntos fundamentales que comprenden nuestra filosofía y nuestra forma de trabajar.

Esta fusión con el mundo arácnido también está presente en nuestra dirección fotográfica. A través del body mapping combinamos los rostros de los aracnofóbicos con la imagen de una araña para crear imágenes de gran fuerza visual.

Chica con una bolsa de ocho asas con el logo de Aracnofobia colgada al cuello
Chica con una bolsa de ocho asas con el logo de Aracnofobia colgada al hombro
Retrato de Sergio con una proyección de una imagen de una araña proyectada sobre la cara.
Retrato de Amabel Minchán con una proyección de una imagen de una araña proyectada sobre la cara.
Chica sujetando con el brazo una bolsa de 8 asas con el logo de Aracnofobia
Chica sujetando con la mano una bolsa de ocho asas con el logo de Aracnofobia
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